En Santa Marta, una pareja de pastores a quienes les incendiaron su casa por hablar de Dios decidió no rendirse y, en lugar de ello, predicaron la palabra del Señor junto a las cenizas de lo que alguna vez fue su hogar. “Seguiremos amando al Señor más que antes”, afirmaron con firmeza.
El pastor Rodian Rodríguez, acompañado de su esposa, quien está a punto de dar a luz, expresó: “Seguiremos firmes, alabando con gozo en el mismo lugar de antes. El enemigo no quiere, pero estamos con el Señor, nuestro creador”.
Esta familia, que ya tiene tres pequeños y uno más en camino, ha perdido todo en el incendio. Sin embargo, su fe permanece inquebrantable.