Estas operaciones se llevaron a cabo en cumplimiento del Plan de Campaña Operacional Ayacucho y como parte de las medidas contra el narcotráfico en las zonas rurales de Montelíbano y San José de Uré.
En estos lugares, se encontraron dos complejos ilegales improvisados, que albergaban 130 galones de pasta base de coca en proceso, 245 galones de gasolina, 15 canecas, 2 prensas y 115 galones de ACPM, junto con otros elementos e insumos utilizados en la fabricación del estupefaciente. Se estima que la producción mensual de estos laboratorios generaba una renta de 150 millones de pesos por los 46 kilogramos de pasta base de coca producidos.
Además, durante la operación, se descubrieron tres semilleros con aproximadamente 80 mil matas de coca, valuados en cerca de 50 millones de pesos.