El trágico incidente ocurrió durante una discusión que se descontroló, debido a las diferencias entre las bandas a las que pertenecían los hermanos y las fronteras imaginarias que crearon.
Aunque el crimen parecía quedar impune, el testimonio de una mujer resultó crucial para identificar al agresor, quien además figuraba como uno de los más buscados en Cartagena. A pesar de haber cometido este acto atroz contra su propio hermano, Nicolas intentó mantenerse en silencio y mostró una actitud fría incluso en el funeral de su víctima, donde estuvo presente.»