Residentes y comerciantes cercanos a la sede administrativa de Urrá, ubicada en el norte de Montería, han expresado su preocupación a través de redes sociales debido a los problemas sanitarios generados por la concentración de personas en una toma indígena.
La instalación de baños portátiles ha sido insuficiente, ya que solo hay un número limitado de estos servicios para más de 300 personas que participan en la protesta pacífica, mayoritariamente de la comunidad Emberá Katío. El mal olor que emanan los baños portátiles ha causado incomodidad entre los vecinos, quienes solicitan a las autoridades la reubicación de los sanitarios en áreas donde no afecten a las viviendas cercanas. Entre las sugerencias, proponen que se coloquen en zonas como la carrera segunda o más cerca de la sede de Urrá, lejos de las áreas residenciales.
La toma indígena está relacionada con reclamos al Ministerio del Interior y a la empresa Urrá, debido al supuesto incumplimiento de acuerdos previos con la comunidad aborigen. Una situación similar se vivió en 2020, cuando los residentes de la zona sufrieron inconvenientes durante varios meses. Ahora, esperan que las autoridades tomen medidas inmediatas para resolver el problema y evitar que se prolongue nuevamente.
ede de Urrá
Residentes y comerciantes cercanos a la sede administrativa de Urrá, ubicada en el norte de Montería, han expresado su preocupación a través de redes sociales debido a los problemas sanitarios generados por la concentración de personas en una toma indígena.
La instalación de baños portátiles ha sido insuficiente, ya que solo hay un número limitado de estos servicios para más de 300 personas que participan en la protesta pacífica, mayoritariamente de la comunidad Emberá Katío. El mal olor que emanan los baños portátiles ha causado incomodidad entre los vecinos, quienes solicitan a las autoridades la reubicación de los sanitarios en áreas donde no afecten a las viviendas cercanas. Entre las sugerencias, proponen que se coloquen en zonas como la carrera segunda o más cerca de la sede de Urrá, lejos de las áreas residenciales.
La toma indígena está relacionada con reclamos al Ministerio del Interior y a la empresa Urrá, debido al supuesto incumplimiento de acuerdos previos con la comunidad aborigen. Una situación similar se vivió en 2020, cuando los residentes de la zona sufrieron inconvenientes durante varios meses. Ahora, esperan que las autoridades tomen medidas inmediatas para resolver el problema y evitar que se prolongue nuevamente.