Estas medidas, que incluyen despachos forzados a las termoeléctricas y nuevas reglas para el despacho de las hidroeléctricas, así como un programa de ahorro de energía con aumentos tarifarios para estratos bajos y el sector comercial e industrial, podrían conducir a un considerable incremento en las tarifas.
El Comité señala que estas decisiones aumentan el riesgo de racionamiento y transfieren costos adicionales a los consumidores finales, quienes ya enfrentan altos precios de energía debido a las pérdidas no técnicas en las facturas.
La situación preocupa especialmente en la costa Caribe, donde sectores como el turismo, el comercio y la industria inmobiliaria podrían verse seriamente afectados. Esto dificultaría la recuperación económica de la región, que ya enfrenta desafíos importantes.
El Comité insta a revisar estas decisiones para evitar un aumento injustificado en las tarifas de energía, que profundizaría la crisis en la costa Caribe y acentuaría las disparidades regionales en los costos de energía.